«Actualidad del populismo y cómo combatirlo», d’Eugenio M. Recio

6 de març de 2016

publicat per Redacció

Publiquem tot seguit l’article Actualidad del populismo y cómo combatirlo, d’eugenio M. Recio, professor honorari d’ESADE i col·laborador del CEES.

Actualidad del populismo y cómo combatirlo

 

En España apenas ha tenido importancia el Populismo político hasta la reciente aparición de PODEMOS. Conviene que tengamos claro que en esto no somos una excepción en el mundo civilizado pues, como veremos, es un fenómeno que en la actualidad está presente, con matices bastante diversos,  en gran número de países lo mismo en los desarrollados  que en los emergentes

¿Qué se entiende por “Populismo”?

El Populismo es un fenómeno complejo, con tintes emocionales, que en el lenguaje político tiene un matiz un tanto despectivo al descalificar simplistas interpretaciones de acontecimientos sociales, que se proponen resolver con  soluciones utópicas. El hacer frente a amenazas, más o menos imaginarias, es la clave vital de los populistas.

Los partidos populistas son movimientos de protesta y suelen  fomentar añoranzas de un mundo idealizado. Tienden, además, a dividir a la ciudadanía en dos o varios  grupos antagónicos y se  movilizan  con el lema de “ir contra algo o contra alguien”, a los que culpan de los males que sufren los conciudadanos del propio país.

La aparición y la desaparición de diversos tipos de partidos populistas, se ha dado en las sociedades modernas por causas muy diversas y de un modo bastante continuo. La experiencia de los países en los que el Populismo ha tenido más arraigo muestra que, lo mismo los conservadores, que basan su populismo en “las bondades del pasado”, que los ideólogos izquierdistas, que fundamentan su populismo en un “bello nuevo mundo”, tienen un modo de proceder bastante semejante y encuentran en las redes sociales un instrumento, hasta ahora desconocido, para difundir sus ideas en nuestros tiempos.

En la actualidad en casi todos los países comunitarios han aparecido partidos populistas y lo más sorprendente es la presencia que está tendiendo el Populismo en la campaña electoral de los EE.UU, no por la presencia de nuevos partidos, como en España y en Europa, sino por la ideología y la táctica electoralista de dos candidatos de los partidos tradicionales como Donald Trump en el partido republicano y Bernie Sanders en el demócrata.

El “Populismo” en EE.UU [1]

Trump y Sanders encarnan perfectamente las características de los dos tipos de Populismo mencionados: el conservador y el izquierdista.

Donald Trump se presenta como el portavoz del pueblo, frente a la política convencional del partido gobernante, recurriendo a una serie de eslóganes  facilitones de imposible realización. Trata de fomentar el miedo, despertando los peores fantasmas de la sociedad. Algunos comparan su estilo con el de Berlusconi, porque como él  se gana a la gente al hacerles creer que habla con franqueza, aunque sólo recurra a simplismos para presentar  problemas muy complicados.

En el otro extremo está el demócrata Bernie Sanders, opuesto como Trump  al  sistema vigente y amparado por un electorado desengañado de los gobernantes de su propio partido. No recurre al miedo sino a la utopía de un idealista y justo mundo nuevo. Pretende una “internacional” de nuevas izquierdas para superar los fallos y la inacción de la Socialdemocracia. Fiel a los principios populistas, se enfrenta abiertamente al populismo de Trump, refugiándose en una integridad moral.

El “Populismo” en Europa

En Europa el Populismo desde antiguo no se ha expresado a través  de líderes concretos de los partidos tradicionales sino mediante la aparición de nuevos partidos políticos. Aunque con matices diferentes estos movimientos están más o menos influenciados por la Globalización y la presencia de Inmigrantes de muy distinto origen pero que provocan reacciones xemófobas, sobre todo en el populismo de derechas. Inseguridad, angustia y rechazo son reacciones humanas ante el “Rendez vous a la Globalización” Pero las características más típicas de los actuales populismos europeos se deben a los fallos que van apareciendo en el proceso de la UE, como las limitaciones institucionales de la zona euro, las restricciones a la soberanía nacional por los intentos de una mayor integración, y las olas migratorias de ciudadanos comunitarios. El peligro de una renacionalización populista está a ojos vista.

Con ideología de derechas defienden estas tendencias el Frente Nacional de Marine Le Pen en Francia, el UKIP en el RU, el Partido de la Libertad de Austria y el Pegida de Alemania. Próximo también a estas ideas se encuentra la Alternativa por Alemania (AfD), aunque este partido trata de desligarse de la etiqueta de populista de derechas, proclamándose liberal-conservador. Con ideología más izquierdista, reaccionan contra los acontecimientos señalados, el Movimiento Cinco Estrellas de Italia y en Grecia el Syriza y el Amanecer Dorado y, como excepción, dentro del laborismo británico se ha presentado, con pretensiones populistas de liderazgo, Jeremy  Corbyn.

El “Populismo” de PODEMOS

En la España democrática han aparecido en las elecciones del 20D, con bastante aceptación,  diversos populismos de izquierdas: Compromis-Podemos-Es en Valencia, En Marea en Galicia, Ahora Madrid y En Comú Podem en Cataluña, y a todos los ha tratado, en alguna manera, de coordinar  PODEMOS. Este partido tiene sus orígenes  en el populismo de izquierdas que se desarrollo en la década de los 90 en América Latina defendiendo un paradigma de inclusión del pueblo frente al supuesto rechazo exclusivista de las derechas. La revolución bolivariana, que impuso Hugo Chávez en Venezuela, contribuyó a la gestación de Podemos. Expresamente  afirmó Pablo Iglesias en un artículo en New Left Review que la “hipótesis de Podemos” trata de buscar la “latinoamericanización del sur de Europa”. El nuevo partido sintonizó también con el Syriza de Tsipras, cuando llegó al poder en Grecia. Y los cambios programáticos, que ha ido introduciendo para conseguir una importante fracción de poder mediante sus fallidos pactos para la investidura de Pedro Sánchez, son un buen ejemplo de la inconsistencia  de sus planteamientos.

Los resultados conseguidos por Podemos en las elecciones del 20D y puesto que en la etapa actual de nuestra democracia hasta ahora no habíamos tenido un partido populista tan dinámico, justifican que nos preocupemos de cómo organizar una adecuada estrategia para evitar que sigan propagándose sus planteamientos. Para ello nos puede ayudar el ejemplo de Alemania, que tampoco ha tenido mucha experiencia de Populismo en los años de su recuperación después del nazismo, pero que ahora lo está viviendo como un desafío amenazante y por eso en un reciente  trabajo de la Fundación Adenauer[2] se han tratado de recoger los consejos de los expertos de países más experimentados por llevar más tiempo con el fenómeno populista.

Estrategias contra el “Populismo”

La recomendación más importante, según los expertos, en las estrategias frente al populismo es que los partidos tradicionales no caigan en la tentación de apropiarse de posiciones de los populistas, pensando que así podrán recuperar electores perdidos. El resultado podría ser todo lo contrario pues los grupos más afines a los planteamientos populistas verían en ello como una legitimación de sus tesis, con lo que aumentaría la aceptación. populista   La presencia de los populistas no debería ser un argumento para que los partidos de más raigambre abandonen sus posiciones. Conviene tener en cuenta  que ordinariamente el éxito de los políticos, y de los partidos, no lo deciden tanto las vinculaciones ideológicas como el balance de sus rendimientos. Se elige de nuevo al que resuelve los problemas y promesas poco realistas, como las que podrían significar un intentar desplazar el auge populista recurriendo al atractivo de sus exigencias, podrían quizás tranquilizar a los electores a corto plazo pero con la renuncia, a medio y largo plazo, de los auténticos resultados que son el presupuesto para el éxito político.

La mejor estrategia sería que los partidos establecidos intentaran afrontar los problemas políticamente relevantes  con las soluciones adecuadas para hacer desaparecer el atractivo de los populistas y privarles del monopolio de los debates o incluso del liderazgo de la opinión pública. Naturalmente los partidos democráticos deben oponerse al extremismo y al odio pero sin recurrir al principio del “nosotros contra…”porque podría ser otra forma de fomentar la consiguiente reacción de los habituados al ejercicio de la protesta.

¿Cómo combatir el “Populismo” de los antieuropeístas?

Dado que en algunos países europeos, y concretamente en Alemania, las causas de la aparición de los partidos populistas son principalmente los problemas de la integración europea y en otros, como en Podemos, aunque no sea la causa principal el proyecto europeo tiene una valoración bastante negativa es conveniente prestar una atención particular a este tema como un factor importante de la estrategia antipopulista.

En primer lugar  habría que evitar que en el debate sobre el futuro de Europa se abuse de la política de sentimientos y de eslóganes publicitarios como el tan repetido de la “austeridad”. Por eso se necesita que se expliquen adecuadamente, y con realismo, las  políticas que se aplican  con un pensamiento positivo bien fundamentado  y con una visión libre de angustias para que no se afronte el futuro sólo como un interrogante lleno de incertidumbres. Esta es la única manera de tener la capacidad necesaria para resolver los problemas de la integración en un ordenamiento económico global, que haga exigibles el cumplimiento de las reglas a nivel europeo e internacional. Si ahora en los casos de renacionalización populista de la Política europea retrocediéramos  de las conquistas conseguidas con esfuerzo a lo largo de décadas con las que se ha intentado garantizar  el bienestar, la libertad y los demás valores de nuestra tradicional cultura, habríamos caído de nuevo en el error de creer que con  soluciones nacionales se pueden resolver los problemas europeos y globales.


Eugenio M. Recio

Profesor honorario de ESADE

Colaborador del CEES

 


[1] Sobre este tema se han publicado unos artículos interesantes de diversos especialistas en el suplemento  “IDEAS” de EL PAÍS,  el 21 de febrero del 2016

[2] Nico Lange “Strategien gegen populismos” KAS (Konrad Adenauer Stiftung) Analicen & Argumente, febrero 2016


Publica el teu comentari