El laboratorio catalán
publicat per Secretaria
Fèlix Riera
La Vanguardia – 23/10/2018
En Catalunya se puede llegar a producir que un ex primer ministro francés alcance la alcaldía de Barcelona, cristalizando la idea de la “Gran Europa abierta”. En las próximas elecciones municipales de Barcelona, se superan todos los tabúes políticos al tener que elegir entre candidatos socialistas o de la izquierda, como son Manuel Valls, Ernest Maragall, Ada Colau o Jaume Collboni, sin que concurra ninguna fuerza catalanista de centro. Vamos a poder comprobar hasta dónde llega el Gobierno de Catalunya cuando los partidos que podían disponer de una mayoría parlamentaria deciden, por propia voluntad, perderla. Veremos cómo un proyecto excluyente como la Crida es capaz de incluir a todo el independentismo político en un solo frente electoral, llegando a canibalizar al PDECat y a ERC. Tras las elecciones municipales, asistiremos a pactos postelectorales que permitirán establecer cuáles serán principalmente las fuerzas políticas de izquierda que estarán en condiciones de gobernar la mayoría de los municipios de Catalunya. La puesta en marcha del laboratorio catalán donde se están fraguando notables experimentos políticos se debe al hecho de que el iceberg independentista, contra el que debía chocar el Titanic español, se derrite en su parte más visible, la política, mientras que su parte oculta, la social, sigue intacta.
La cuestión que se debería plantear es qué nuevas fórmulas/combinaciones políticas se pueden producir para ocupar el espacio político que está liberando el independentismo. Hoy por hoy, lo que impide que pueda triunfar una nueva oferta electoral es el hecho de seguir oponiendo antiindependentismo, a su vez anticatalanista, al independentismo intransigente. Es un laboratorio político donde sólo los extremos políticos parecen tener la suficiente imaginación para plantear nuevas ofertas electorales que sólo persiguen seguir haciendo tablas en el juego catalán.
Hay que preguntarse qué ocurriría si fuerzas políticas, plataformas sociales y grupos de opinión del centro moderado catalanista se unieran para impulsar un nuevo proyecto político capaz de volver a poner en valor el eje ideológico y no sólo el eje nacional. Este nuevo proyecto político permitiría a la Catalunya/laboratorio cesar en su empeño de intentar demostrar que sólo se puede gobernar Catalunya desde los extremos.