¿Se desentiende Alemania de Europa?

En un artículo publicado recientemente (El País 14-06-09)  el que fué Ministro de Asuntos Exteriores y Vicecanciller con el gobierno rojiverde de G. Schröder, Joschka Fischer hace la afirmación que nosotros proponemos como interrogante.

Aunque compartimos plenamente los argumentos con los que el autor trata de demostrar lo equivocados que estarían los alemanes si trataran de desentenderse de Europa, encontramos importantes omisiones en la descripción del  “cambio de actitud de las élites políticas y económicas” que, según él, han provocado el euroescepticismo. Posiblemente Fischer está proyectando en la Alemania actual las vivencias que tuvo en un Gobierno con un Canciller más interesado por novedades como la famosa “tercera via” de Toni Blair que por la consolidación del proyecto europeo y ésto le hace olvidar el papel que ha tenido y sigue teniendo la democracia cristiana (CDU) en la construcción de una Europa común.

Después de enumerar los distintos factores que han contribuido a debilitar actualmente a la  Unión Europa, Fischer concluye que “Alemania se niega a dirigir”. No es esto lo que pensaba en la reciente campaña para las elecciones europeas el hasta ahora Presidente del Parlamento europeo, el democristiano H-G. Pöttering, que después de afirmar que la CDU se entiende a sí misma como el partido alemán europeo, anima a sus militantes a mantener o aumentar su participación en las actuales elecciones. Más adelante en un texto publicado por la Fundación Adenauer en el mes de mayo Pöttering afirma:   “La cuestión fundamental no es si queremos o no una UE sino si nos podemos permitir en el mundo de hoy y de mañana vivir con una débil UE ¿No nos resultará útil a los que vivimos en la UE que sea fuerte, que actue con decisión y que represente valores e intereses comunes? Y el texto, dedicado todo él a los electores, finaliza en estos términos:

“En su esencia se trata de que la CDU y la CSU en común continuen siendo la fuerza alemana que configura Europa” ¿Se deduce de aquí que “Alemania se niega a dirigir”?  …

Al margen de la campaña electoral tenemos dos testimonios recientes de las máximas autoridades alemanas, el Presidente de la República H. Köhler y la Canciller A.Merkel, los dos demócratas cristianos, que tampoco corroboran ese desinterés por Europa que le preocupa a J.Fischer.

El Dr.Horst Köhler pronunció un discurso en Berlin el 24 de marzo, ante los máximos representantes del Estado y de la Sociedad, en el que analizó las causas y consecuencias de la crisis financiera a nivel global. Después de explicar el alcance de la crisis, la interrelación que existe entre todos los pueblos y la responsabilidad moral de los que de distintas formas han participado en estos procesos, al argüir sobre la necesidad de una respuesta global con una nueva calidad de cooperación internacional añade, muy en la línea de lo que  Fischer echa de menos: “A Alemania por ser la economía más grande de la UE le corresponde un papel rector. Se trata de enfrentarse a una crisis con todo el ímpetu que supone el esfuerzo común de 500 millones de ciudadanos. Aprovechemos la crisis para dar un nuevo vigor a la unidad de Europa”.

El discurso de la Canciller Merkel fué pronunciado también Berlin el 2 de junio en un acto convocado por el grupo “Iniciativa para una nueva Economía Social de Mercado (INSM)” en el que pretendió demostrar que el Modelo de la Economía Social de Mercado (ESM) podía ser la alternativa sistémica que ha planteado la crisis financiera y económica promovida por el Modelo del capitalismo liberal norteamericano. A propósito de la problemática planteada por la crisis hizo varias alusiones a la UE de las que difícilmente podría deducirse ese desentenderse de Europa que denuncia J.Fischer en su artículo.

Al referirse a la necesaria vigilancia de los Bancos que operan a nivel internacional y preguntarse si bastaría una acción intergubernamental o se ha de reconocer una mayor responsabilidad a instituciones como  el FMI o el FBS (Financial Stabiliy Board) afirma: “Yo como europea, que ya tiene experiencia en estos temas, me inclino a que los Estados nacionales deban transferir competencias a Bruselas sin considerar tabu este tema de la transferencia de competencias”. Y a propósito de los acuerdos del Basilea II, que en la UE se han procurado llevar a la práctica con fidelidad pero que en las circunstancias actuales pueden tener efectos perversos por su tendencia procíclica, se dirige expresamente al Comisario Almunia y al Gobernador del Banco de Italia, presentes en la conferencia, para pedirles que “se preocupen de este tema” y no permitan que los debates existentes a favor y en contra de esas transferencias desvíen la atención impidiendo una actuación rápida. Finalmente, al prevenir sobre las dificultades que se pueden presentar después de la crisis por el excesivo endeudamiento, dice que aunque la Comisión Europea  está procediendo con sentido empresarial, aunque al mismo tiempo está pidiendo a los Estados miembros que gasten todo lo que sea necesario para superar la coyuntura, reafirmando que se ha de mantener la independencia del BCE y rechazando lo que están haciendo otros bancos centrales como la FED y el Banco de Inglaterra. Reconoce, sin embargo, que el BCE se ha doblegado a la presión para comprar ciertos activos, y por eso insiste en  que “hay que volver con el asentimiento de todos a un Banco independiente y a una política razonable”, añadiendo que ésto es lo que nos enseña la ESM pues sin mecanismos, sin reglas y sin diálogo social no se puede avanzar en la construcción de un orden internacional para los mercados financieros “y para nosotros, como miembros de la UE, es importante mantenernos en la disciplina de nuestros propios tratados, aunque esto nos exija un duro trabajo político”

¿Se puede encontrar sintonía entre los párrafos transcritos y estos otros del artículo de J.Fischer?: “Lo que asombra a sus vecinos y socios (de Alemania)… es que desde el comienzo del desplome mundial… el Gobierno alemán se haya centrado en la gestión de la crisis nacional y haya rechazado los intentos de adoptar un planteamiento europeo” y un poco después lo que quizás explique su falta de objetividad: “Tras el fin de la coalición verdiroja de Alemania, ha ido produciéndose un cambio fundamental. Ya no se ve a Europa como el proyecto fundamental de la política alemana en el que se está dispuesto a invertir una parte esencial del capital propio político. Veinte años después de la caída del muro de Berlin, la Alemania reunificada empieza a advertir ¿? que también puede actuar por su cuenta”

Nos ha parecido interesante comentar este artículo porque encontramos que en nuestros medios de comunicación hay un tendencia bastante clara a subrayar los aspectos pesimistas sobre la evolución actual de la UE y que quizás los que participan de la ideología de la democracia cristiana olviden el papel esencial que han desempeñado hasta ahora en este proceso como posiblemente aparece analizando el contenido de su campaña electoral.

Eugenio M. Recio

Professor honorari d’ESADE (URL)

Col·laborador del CEES.

COMENTARIOS

Su comentario a este artículo puede ser de mucho interés para los lectores. Por si le ayudan, proponemos algunas posibles cuestiones para debatir

1.- ¿Le parece que hay un transfondo político en los planteamientos de J:Fischer?

2.- ¿Confirman los textos de  Pöttering, Köhler y Merkel que no se puede afirmar que la Alemania actual se desentienda del proyecto europeo?

3.- Los partidos de nuestro país afines a la democracia cristiana ¿sintonizan con losalemanes?

4.- En la campaña electoral y en otras manifestaciones de los medios de comunicación ¿han demostrado los partidos de ideología socialista más interés por la UE que los dela ideología demócratacristiana?

¿Qué otros comentarios le sugiere el texto ofrecido?