«Una visió global de l’encíclica ‘Laudato si’», d’Eugenio Maria Recio

8 d'octubre de 2015

publicat per Redacció

Us oferim una nova aportació del professor Eugenio Maria Recio, que se centra en l’Encíclica Laudato si.

 

UNA VISIÓN GLOBAL DE LA ENCÍCLICA “LAUDATO SI’”, QUE NO SE LIMITA AL TEMA ECOLÓGICO

1.- Introducción

La lectura de las más de 200 páginas y 246 párrafos de la Encíclica “Laudato si’”, en los que tiene una especial relevancia el tema ecológico, puede hacer que no se aprecie suficientemente la riqueza de su contenido por concentrar la atención en la indiscutible problemática de “el cuidado de la casa común”.

En una publicación reciente del Cardenal de Munich, que es también Presidente de la Conferencia de los Obispos europeos (COMECE), Reinhard Marx da una visión muy completa y objetiva del rico contenido de esta Encíclica, que puede pasar inadvertido al  que lea el largo texto, por la importancia que se da a la problemática ecológica.

Los comentarios del Cardenal Marx, cuya traducción literal se publicará próximamente en la serie “Documentos a debate” del Instituto IDOE de la Universidad de Alcalá, tienen como título general “Una visión completa de la economía”, lo cual nos aleja de la insistencia del tema ecológico. Según este planteamiento los temas centrales de la Encíclica son: los riesgos de una destrucción del planeta y la injusticia social que representa la pobreza presente en casi todo el mundo.

 

2.- El planteamiento ecológico es inseparable del planteamiento social

Para crear conciencia de la existencia de los riesgos mencionados el Papa, según el Cardenal, hace un análisis realista de la situación y menciona lo mismo los indiscutibles graves problemas del medio ambiente como también la injusticia social extendida por el mundo . Mira desde la perspectiva de los pobres a la realidad, por eso el planteamiento ecológico no se ha de separar del planteamiento social, y concluye (párr.139) que  “no hay dos crisis separadas,  una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socio-ambiental”. Por eso insiste Reinhard Marx no es correcto reducir la Encíclica a una cuestión ambiental y climática pues el Papa “más bien muestra el camino para una evolución completa,  humana y medioambiental”

El Presidente de la COMECE  advierte que “apoyado en numerosos estudios cientìficos” el Papa Francisco afirma que el cambio climático se debe, sobre todo, a la acción humana (párr.23) y, en gran parte, al aumento ilimitado de las emisiones por la industrialización (párr.22), cuyas consecuencias dramáticas afectan de un modo especial a los habitantes más pobres de nuestro planeta. Y como “seguir así” no sería responsable, se necesita un cambio del estilo de la economía y de la vida, que tenga en cuenta el principio de la sostenibilidad.

3.- Los países ricos han hecho poco para superar los problemas del ambiente

La Encíclica lamenta que, aunque para resolver los problemas del cambio climático y de la mundial injusticia social todos los seres humanos deben colaborar, los países ricos, que tienen más posibilidades que los pobres para solucionar estos problemas, hasta ahora han hecho muy poco: “Las regiones y los países más pobres tienen menos posibilidades de adoptar nuevos modelos en orden a reducir el impacto ambiental porque no tienen la capacitación para desarrollar los procesos necesarios y no pueden cubrir los costes” (párr.52). Sin embargo, tampoco los países pobres han evitado lo que sí  podrían haber hecho como  impedir “el nivel escandaloso de consumo de algunos sectores privilegiados de su población…y desarrollar formas menos contaminantes de producción de energía” (párr.172)

En el enfrentamiento sobre las distintas responsabilidades, mientras los Estados industriales advierten que países emergentes como China e India deben ya tomar parte en la defensa del clima al haberles superado en las emisiones de C02, los países emergentes insisten en que los Estados industriales deben afrontar de una vez su responsabilidad histórica y el Papa advierte: “seguimos admitiendo en la práctica que unas personas se sientan más humanas que otras, como si hubieran nacido con mayores derechos”(párr. 90)

 

4.- Respuesta a algunas críticas infundadas contra la Encíclica

Frente a la acusación que ha hecho algún diario alemán de una  “visión pesimista del Papa sobre la globalización, el progreso técnico, las empresas y la economía de mercado” el Cardenal trata de demostrar con el texto de la Encíclica lo infundadas que son algunas de estas acusaciones, explicando el verdadero sentido que tienen las referencias a cada uno de estos temas.

a) Por lo que se refiere a la empresa, la Encíclica no sólo exhorta a las empresas a una responsabilidad social y ecológica (párr.194) sino que considera  “la actividad empresarial, una noble vocación orientada a producir riqueza y a mejorar el mundo para todos, contribuyendo al  desarrollo de las regiones  y colaborando en la creación de puestos de trabajo” (párr.129)

b) En cuanto a la Economía de Mercado el Papa Francisco afirma que “conviene evitar una concepción mágica del mercado, que tiende a pensar que los problemas se resuelven sólo con el crecimiento de los beneficios de las empresas o de las personas particulares” (párr.190). Critica la suposición de que la economía y la tecnología resolverán simplemente todos los problemas  del medio ambiente y que con el crecimiento se resolverán también los problemas mundiales del hambre y de la pobreza. Esto no lo conseguirá el mercado por sí mismo (párr.109)

 Y el Cardenal Marx añade: la Economía de Mercado debe ser complementada con el objetivo de una responsabilidad  ecológica y social y “sólo un mercado vinculado a valores puede garantizar un comportamiento totalmente responsable con la naturaleza y con los derechos de las generaciones presentes y futuras. Esta idea es la que constituye el concepto básico de la Economía Social de Mercado (ESM). Sin un marco determinado éticamente y sin instituciones, incluyendo al Estado, no hay ninguna ESM verdadera. ¡Esto es el común sentir de los defensores de la ESM, dice el Cardenal, entre los que me cuento yo!

La Encíclica, por tanto, no se opone al crecimiento económico pero las economías desarrolladas deben admitir limitaciones de su bienestar material dando más importancia al crecimiento cualitativo, teniendo en cuenta  que mirando a los países poco desarrollados, uno de los presupuestos esenciales para combatir la pobreza es el crecimiento económico pero orientado con criterios comunitarios. En último término las manifestaciones del Papa sobre la economía y el crecimiento, así como sobre la técnica y el progreso, advierte R.Marx, suponen evitar toda absolutización, poniendo la mirada sobre la totalidad. Hay que respetar la economía y el medio ambiente pero no teniendo como única medida la rentabilidad y un crecimiento económico que puede explotar al ser humano y a la naturaleza y que no sea sostenible.

c) El Papa reconoce expresamente los aspectos positivos de la técnica que lleva a cambios importantes y a mejorar las condiciones de la vida (párr.103) pero añade que el progreso civilizado no siempre ha mejorado las circunstancias de la vida como ocurre con la crisis ecológica, provocada por un determinado progreso técnico de la sociedad industrial. Advierte, sin embargo, que la respuesta a la ambivalencia del progreso no debe ser el rechazo radical porque “la libertad humana es capaz de limitar la técnica, orientarla y colocarla al servicio de otro tipo de progreso más sano, más humano, más social y más integral” (párr.112) pues,  la Encíclica previene de que no todo lo que reporta beneficios económicos es también, al mismo tiempo, un progreso, razón por la que se puede criticar al paradigma “técnicoeconómico” que tiende a dominar la ciencia, la economía y la política (párr.109)

d) El tema de la globalización aparece desde el comienzo de la Encíclica al considerar como uno de los ejes que la atraviesan  “la convicción de que el mundo todo esta conectado” (párr.16) y que “el clima es un bien común, de todos y para todos” (párr.23). La propuesta desarrollada de una “ecología completa” está muy unida al principio del bien común que Francisco considera  “un principio que cumple un rol central y unificador en la ética social” (párr.156), por lo que ha de haber también un bien común mundial que implique la opción por los más pobres” (párr.158) y para ello  el mundo globalizado necesita de una “Gobernanza global”, que practique una Ética  de relaciones internacionales (párr.51) para solucionar los problemas del medio ambiente global. Desde mediados del siglo pasado se ha venido afirmando la tendencia a concebir el planeta como patria y la humanidad como pueblo que habita una casa de todos. Un mundo interdependiente nos obliga, pues, a pensar en un proyecto común en el que los problemas se resuelvan con un consenso mundial y se fomente, por ejemplo, una mayor eficiencia energética (párr, 164).

3.- Conclusión

Y el Cardenal Reinhard Marx  termina sus comentarios,  reconociendo que tras la honesta crítica a la que la Encíclica somete la actual situación económica, social y ecológica se expresa una visión positiva, y como indica el Papa, la Encíclica pretende “ayudar a reconocer la grandeza, la urgencia y la hermosura del desafío que se nos presenta” (párr.15). Para ello el Papa Francisco invoca una libertad responsable, pues, como recordó su predecesor Benedicto XVI el ambiente natural y el ambiente social  están llenos de heridas producidas por un comportamiento irresponsable pues “todas ellas se deben en el fondo al mismo mal, es decir, a la idea de que no existen verdades indiscutibles que guíen nuestras vidas, por lo cual la libertad humana no tiene límites” (párr.6). Así pues, hay que esperar, con una visión positiva, que una mirada de conjunto haga cambiar el pensar de todo ser humano y de sus instituciones con una nueva idea del progreso, que ejerza una saludable presión sobre los que tienen el poder económico y social.

Así pues,  hay que esperar, con una visión positiva, que una mirada de conjunto haga cambiar el pensar de todo ser humano y de sus instituciones con una nueva idea del progreso, que ejerza una saludable presión sobre los que tienen el poder económico y social.

Eugenio M. Recio

Profesor honorario de ESADE

Vicepresident del CEES

 

 


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