«La Economía Social de Mercado en Africa» d’Eugenio M Recio

18 de setembre de 2011

publicat per Redaccio

Us oferim tot seguit un recent treball d’Eugenio M. Recio, professor honorari d’ESADE – Universitat -Ramon Llull, i col·laborador habitual del CEES.

LA ECONOMÍA SOCIAL DE MERCADO EN AFRICA

Los sucesores de los fundadores de la ESM, a través de la Fundación Konrad Adenauer (KAS), intentan dar a conocer su principios por todo el mundo. Recientemente escogieron con esta finalidad el continente africano y, como preparación, invitaron al Presidente de la pontificia Comisión Iustitia et Pax, cardenal Peter A.Turkson, a que pronunciara una conferencia en la sede de la KAS en Berlin, el 25 de noviembre del 2010, con el título “Gesellschaftspolitische Ordnungsvorstellung der katholischen Kirche mit Blick auf Afrika” (“Propuestas de ordenación político-social de la Iglesia católica para Africa”).

El Cardenal, con larga experiencia pastoral en la Iglesia africana, reconoció, aduciendo diversos testimonios, la existencia de líderes africanos comprometidos con una nueva Africa. Algunos de estos líderes elaboraron en el 2001el documento NEPAD, que recoge una serie de orientaciones para ayudar al renacer del continente, ofreciendo una guía para facilitar el desarrollo económico y vencer la pobreza. Se presentó como “Nueva Iniciativa africana” en la Cumbre del G8 en julio del 2001en Génova y en la siguiente Cumbre en Kananaski (Canadá), se dió a conocer un “Plan de Acción”, en presencia de Kofi Annan y otros cuatro colaboradores del proyecto. En octubre del 2001, se presentó el NEPAD a la UE en Bruselas. La Unión Africana (UA), en base a dicho documento, ha propuesto la creación de una permanente cooperación UE-UA y al celebrar 17 países africanos, en el 2010, los 50 años de su independencia se renovó la decisión a favor del desarrollo de manera que Africa pueda ser una oportunidad para el mundo. La invitación al Papa Benedicto XVI, con motivo de estas celebraciones, permitió que en Camerún y Nigeria el Pontífice tuviera la oportunidad de presentar las riquezas de la Doctrina Social de la Iglesia, expuestas en diferentes Encíclicas. El Papa describió el momento presente como “el tiempo de Africa para ser un continente de esperanza…conduciéndolo por el camino indicado por los principios indispensables a toda democracia civil moderna: el respeto y la promoción de los derechos humanos, un gobierno transparente, una magistratura independiente, medios de comunicación social libres y una red de escuelas y de hospitales que funcionen de forma adecuada…”

Para hacer realidad estos propósitos, por iniciativa de la KAS, se elaboró un Programa de Diálogo Político que con el título “Colaboración con Africa: exigencias para una ESM africana” (“Partnerschaft mit Afrika: Herausforderungen für eine afrikanische Soziale Markwirschaft”) ha tenido lugar recientemente en distintos países africanos y cuya realización se confió al antiguo Presidente de la República Federal de Alemania y ex Presidente de FMI, Dr. Horst Köhler.

El Dr.Köhler comenzó su viaje africano en Tanzania el 15 de junio del año en curso, para desarrollar el tema de la conferencia, que le propuso la KAS con el título “Cooperación y solidaridad: oportunidades para una ESM internacional. Experiencias de Alemania” (“Cooperation and Solidarity: Opportunities for an Internacional Social Market Economy. Experiencess from Germany”). En su exposición en Dar es Salaam, ante altos representantes de la economía, Köhler comenzó citando el “Africa Progress Report 2011”, elaborado por un panel presidido por Kofi Annan, en el que se decía “lo que hace diez años se consideraba un continente sin esperanzas ahora se ha convertido sin discusión en el continente de la esperanza” a lo que añadió el conferenciante que, “de acuerdo con ese report, Tanzania está al frente de los países que más prometen en Africa”.

A continuación resumió la historia de la creación del modelo de la ESM, aclarando que no se trata de una invención exclusivamente alemana por lo que hay variaciones prácticas en su aplicación, de acuerdo con las tradiciones culturales de los diferentes países, pero advirtió las ventajas que tendría la aplicación del modelo de la ESM en Africa, siguiendo la experiencia alemana. El éxito que ha tenido Alemania “con su versión de la ESM” aparece claro si se tienen en cuenta las circunstancias por las que pasó el país después de ser derrotado en la segunda guerra mundial. Este éxito se volvió a repetir en 1990 con motivo de la reunificación de las dos Alemanias. Por eso sería provechoso para Africa, aprender de esas experiencias, abriendo así el camino para un futuro con más bienestar. Entre los aspectos fundamentales del modelo para su implementación, Köhler insistió en que “sin un Estado de derecho que funcione, tampoco podrá funcionar una ESM”, resumiendo en tres puntos los aspectos básicos para la realización del modelo. En el primer punto recalcó el papel de las Leyes para que pueda tener éxito una ESM. Lo mismo los potenciales inversores que la población deberan poder confiar en que las Leyes pervivirán a largo plazo y serán dignas de su acatamiento. Sobre todo la lucha contra la corrupción y el esfuerzo por la eficiencia del Gobierno son los principales indicadores para el contenido de este punto.

En el segundo punto afirmó que la transición hacia una moderna y exitosa ESM significa nada menos que la transición a una nueva sociedad. Los cambios sociales representan una exigencia política de primer orden. Se trata de “ofrecer a todas las personas la perspectiva de una vida mejor, por lo menos para el futuro de los niños”. Por eso la transición hacia una ESM puede durar años y afectar a todos los aspectos de la vida: el trabajo, la renta, la educación así como también la convivencia familiar.

Por último, el Dr.Köhler advirtió que la ESM no exige, para su realización, oponerse a la gobalización sino actuar de acuerdo con ella. Ciertamente cada nación debe encontrar su propio camino de acuerdo con los principios de la ESM, pero es claro que en el área económica tiene gran importancia la colaboración regional. “Exportar sólo aceite, café o cacao hace muy sensible a un país a los avatares de la naturaleza y a la ambición de los especuladores. Es muy recomendable por eso preocuparse de la ecología”.

La segunda etapa de su viaje africano tuvo lugar el 18 de junio en su visita a Kampala, capital de Uganda. Ante distinguidos representantes de la economía, de la política y de la sociedad civil el Dr. Köhler pronunció una conferencia con el título “El papel del Estado y del Mercado para un desarrollo sostenible de Africa” (“Die Rolle von Staat und Markt für nachhaltige Entwicklung in Afrika”), en la que expuso los principios de la ESM y su relevancia para el contexto ugandés. Frente a los problemas de la pobreza y el paro, que sufre el país, el ponente afirmó ser consciente de “la disponibilidad con la que Uganda reconoce los problemas y los toma en serio, confiando en su propia capacidad para resolverlos”.

Según Köhler los principios de la ESM ofrecen una importante ayuda orientadora para la configuración de la política económica ugandesa, pero les previno del riesgo de tratar de copiar literalmente el ejemplo alemán. Este modelo no supone un concepto estático sino algo capaz de adaptación, abierto a nuevas exigencias. Uganda debe encontrar su propio equilibrio entre un mercado abierto y la justicia social.

La presentación del conferenciante la hizo el economista ugandés Dr. Evarist Twimkye, basándose en un estudio, encomendado por la KAS, y titulado “Reality Check- Economic Policies in Uganda and the Principies of Social Market Economy”. En él el autor reconoce que Uganda ha realizado llamativas reformas en la economía de mercado, que han llevado a un fuerte crecimiento económico, pero este crecimiento hasta ahora no ha permitido a amplios sectores de la población una mejora de sus condiciones de vida. Por eso concluía que una mejor orientación de la política según los principios de la ESM podría servir para superar esas discrepancias.

Al terminar esta presentación el Dr. Köhler afirmó: “Es la primera vez, que participo en un acto en el que un experto de un país que no es Alemania expone los principios de la ESM en su aplicación al propio país”.

A continuación tuvo lugar un debate en el que, además del Dr. Köhler, participó el prof. Dr. Emmanuel Tumuslime-Mutebile, presidente del Banco Central de Uganda, que habló sobre la estabilidad macroeconómica. En el debate participaron también la prof. Maggi Kigozi, responsable de una empresa de inversión, que se refirió a la importancia del sector privado y el prof.Gordon Wavamunno, empresario exitoso de Uganda, que expuso la importancia de mejorar la relación entre el Gobierno y el sector privado.

Köhler, mostró su sintonía con los tres panelistas afirmando que “ el instrumento más importante para garantizar la seguridad social y la reducción de la pobreza es la creación de puestos de trabajo, lo cual es, en primera línea, una función del sector privado. El Estado debe, sin embargo, crear un entorno claro y exigente. Con vistas al futuro es importante que Uganda dé preferencia a la industria transformadora, que facilite la creación de empresas y que fomente la artesanía”.

Clausuró el encuentro el Ministro de Estado para la Economía del país, que afirmó estar interesado personalmente por la continuación e intensificación de un diálogo constructivo sobre sobre política económica con la participación de diversos actores.

En la tercera y última etapa de su fecundo viaje africano, el Dr. Köhler visitó Ruanda el 21 de junio, donde se entrevistó con el Presidente del país Paul Kagama. En las dos horas que duró la entrevista hablaron del desarrollo económico de Ruanda, de la integración regional del Africa oriental y de un mayor fortalecimiento del Estado de derecho. Horst Köhler aprovechó una vez más la oportunidad de participar en el ya mencionado Programa de diálogo sobre la “Colaboración con Africa”, estimulando así las discusiones de política económica en razón de la creciente importancia económica del continente vecino.

Para terminar esta exposición sobre las actividades de la KAS para dar a conocer las ventajas del modelo de la ESM en el mundo y, en nuestro caso, concretamente en Africa, resumimos brevemente el interés con que se siguen las iniciadas transiciones en el Norte de Africa y en el próximo Oriente.

En una amplia sesión informativa de la KAS sobre los cambios que se están dando en esos países El Dr. Martin Beck expuso las líneas generales de un documento estratégico que se había elaborado bajo su dirección en la segunda mitad del 2010. Según su director, se trata más bien de una descripción de la crisis que de una previsión de las rupturas que se están produciendo. Como problema crucial de la región se señala que más que la pobreza, que realmente existe, es sobre todo la ineficiente e injusta distribución de los recursos. Este es el principal punto crítico de todos los movimientos que hasta ahora se han producido en la caída de los regímenes vigentes. “Se deben, sin embargo, observar los acontecimientos en cada país para poder llevar adelante razonablemente el fomento de la democracia” subrayó Beck. Se insiste, además, en el documento en la importancia de orientarse preferentemente hacia los valores y al reconocimiento del pluralismo. El Dr. Andreas Jacobs, que dirige la representación de la KAS en Egipto, completó la exposición de su colega Beck insistiendo en la necesidad de que se tomen en consideración los derechos humanos y los principios de la ESM, aunque a corto plazo quizás lo más urgente sea la reforma del sistema electoral y un sistema de partidos pluralista.

Eugenio M. Recio

Profesor honorario de ESADE
y colaborador del CEES

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El ordoliberalismo germano, objeto de estudio, y sus más diversas manifestaciones heterodoxas globales, han de ser observadas bajo el prisma de la consideración de que constituyen, todas, un intento de renovación del clásico liberalismo económico y del ‘ordine propietario capitalista’. En palabras del profesor SOMMA, el nacionalismo es el producto y la expresión última del pensamiento iluminista, y en ese sentido, el ordoliberalismo no es más que una forma de combinar de manera variable las tensiones individualistas y las tensiones organicistas siempre presentes al interno de una sociedad, en particular, en la sociedad germana en la cual, a modo de histórica excepcionalidad, desde finales del siglo XIX se escindieron las corrientes nacionalistas y las corrientes liberales como parte del propio proceso de crisis de la ‘modernidad’. Escisión que luego condujo al surgimiento del fascismo como expresión totalitaria de la sociedad capitalista necesitada de culminar la tardía ‘revolución burguesa’.

Resulta entonces que si este análisis teórico es cierto, y los presupuestos asumidos se verifican, toda la actividad que desarrolla la Konrad Adenauer Stiftung en América Latina a través de sus oficinas de representación, tiene mucho más que ver con cuestiones vinculadas a las hegemonías ideológicas en el vértice del poder y a las conquistas de espacios de mercados geoestratégicos, que con la verdadera paz soberana, el progreso y el pleno ejercicio de la democracia y la libertad de los pueblos latinoamericanos.
Pudiera ser que la producción simbólica discursiva, definida y promovida desde el universo KAS en América Latina sobre el legítimo orden y el progreso social, quede determinada por la retórica del apaciguamiento y la estandarización, por la falsedad del imaginario de futuro construido en la virtualidad de sus discursos y por la imposición sobre cuáles son las auténticas necesidades latinoamericanas. Todo lo cual conlleva al mantenimiento y a la reproducción del injusto status quo.

La hipótesis sostenida es la siguiente: ‘El esquema totalizante y funcionalizado de sucursalización latinoamericana del pensamiento y práctica ordoliberal germana, que se promueve como ejercicio de dominación post neocolonial desde la actividad transnacional desplegada por la Konrad Adenauer Stiftung, apunta hacia la legitimidad del orden cooperativo de la gobernanza global, en detrimento de la realización más plena de las soberanías nacionales latinoamericanas’. Cuestión que se intentó desarrollar en la Primera parte, a partir del análisis integral de la visualización de la arquitectura e intrusión intelectual de la acción del universo KAS en las realidades sociales latinoamericanas, en los frentes más significativos.
La principal labor de la Konrad Adenauer Stiftung en América Latina es lograr a través de su desempeño ideológico, la legitimidad y la autoridad moral, la confianza social y la certeza absoluta y mística de los dominados en la realización del proyecto ordoliberal, impostándolo indiscriminadamente como valor universal, capaz de absolver la singularidad y la diversidad como anécdotas de un todo universal. Esta cuestión es esencial al objeto de la crítica del discurso sostenido, que por demás toma distancia y no asume los riesgos de visos de fundamentalismo aborigen, por cuanto sostiene que la lógica imperial – y kasiana – no trata de conservar y de transformar la singularidad incorporando valores universales, sino que procura sustituir las singularidades de las identidades latinoamericanas con identidades que se dicen universales, cuando realmente son ideológicos perfiles ordoliberales construidos con el fin de la asimilación y la desposesión subjetiva local, para con ello contribuir – en un ejercicio de división internacional del trabajo según la lógica imperante del libre juego de los mercado internacionales – a la funcionalización periférica por parte del sistema dominante de relaciones de poder.

Al abordar el estudio de la Konrad Adenauer Stiftung, se describe un mecanismo de gestión ordoliberal formado por decenas de dispositivos de poder que sostienen biopolíticamente la inequidad y la reproducción de la realidad social contemporánea. Para ello, y a contracorriente, la tesis concluye en esta Segunda Parte que se debe promover una funcionalización del ordine económico a favor del ordine de la justicia social, y no viceversa. La tesis propone que se requiere un modelo de funcionamiento de la sociedad en el cual la ‘solidaridad social’ no devenga en subsidiaria y contingente, y que la ‘subsidiariedad’ no devenga en un modelo de gestión social de ‘solidaridad mínima’ sujeta a un indigno ‘estado de necesidad’ y de existencia vital mínima .
La tesis propone que se requiere abandonar una visión contractualista y productivista de la sociedad y ‘desarrollista’ del progreso humanos . Considera que no es cierto que la única fórmula para combatir la pobreza sea la senda ‘del crecimiento económico sostenido que alimente más crecimiento’ . A contrario sensu, considera que la pobreza, la extrema pobreza y la marginalidad social se deben combatir por la propia significación de valor de la dignidad humana, y no como resultado de una funcionalización que requiere, per se, el ordine económico ordoliberal. La tesis considera que la manera más eficiente y eficaz de resolver las desigualdades sociales se encuentra en implementar un mejor mecanismo de redistribución de la riqueza al interno de la sociedad, que no se reduzca a la versión del Estado fiscal y subsidiario del modelo ordoliberal. Frecuentemente ‘el crecimiento económico’ solo coadyuva a reproducir y ampliar las diferencias sociales, alejándose cada vez más de la senda de la dignidad del genuino progreso humano.
Si la búsqueda de la ‘terza via’ representa una utopía como un polo dialéctico de la realidad que expresa infinitas posibilidades y determinaciones – lo que hoy es utopía mañana será realidad y ésta, a su vez, se habrá convertido en historia – , la tesis sostenida en este texto propone que la emancipación y la solidaridad social debe buscarse por un camino que no conduzca a la ordoliberal aplicación de los principios de la fórmula ‘economía social de mercado’.

I –Síntesis de diez presupuestos que alcanza la tesis sobre la conformación de una visión integradora y compleja del objeto de estudio – La fundación Konrad Adenauer.
1– La articulación de la gobernanza económica mundial, sobre la base de los fundamentos cooperativos de impronta organicista, deviene en un refinado mecanismo de facto, totalitario y discriminatorio de reproducción de las desigualdades sociales acumuladas históricamente. El diálogo cooperativo ordoliberal a escala internacional deviene en un mecanismo hegemónico global de reproducción del status quo.
2– El estilo autoritario de la gobernanza económica mundial, con clara tendencia a la jerarquización cultural y política, requiere estructural y funcionalmente su reproducción en forma de pseudo consenso democrático y de aceptación ideológica en todos los niveles – locales, nacionales, regionales y continentales–. La corrupción, la destrucción, la producción y la sustitución continuada de subjetividades locales como mecanismo de asimilación, constituye la garantía de la expansión de la hegemonía liberista.
3– La Konrad Adenauer Stiftung constituye un agente privado gubernamental de transnacionalización ordoliberal, productor de subjetividades postmodernas en la modernidad pseudo occidental de América Latina. Su misión radica en alcanzar un conocimiento in situ de toda la dinámica social continental, gestionando la identidad latinoamericana y reproduciendo su estigma para incorporarla en la complementariedad del orden económico internacional, según la vena organicista del vértice del poder mundial organizado en una asimétrica relación competitiva/cooperativa de centro – periferia.
4– La Konrad Adenauer Stiftung desarrolla una meticulosa y heterodoxa actividad post neocolonialista en América Latina; por la cual reproduce lealtades en los líderes políticos y sociales según un proyecto ordoliberal de alcance global. La República Federal Alemana, una vez asimilada la Europa continental, amplía su esfera de influencia geoestratégica induciendo nuevas versiones híbridas y funcionales del pensamiento ordoliberal; distante del modelo aplicado en suelo patrio.
5– El jurídico trasplante heterodoxo del ordoliberalismo, como método inductivo de gestión del poder, se explica por dos cuestiones: Primera: Por las carencias propias en la formalización teórica del pensamiento ordoliberal, incapaz de explicar ‘el mito económico del milagro alemán’ (Wirtschaftswunder) como elemento legitimante y de prestigio. Segunda: En sede de discriminación, por el desprecio mostrado en cuanto al carácter histórico del contexto espacio – temporal de la realidad de los pueblos latinoamericanos. Realidad histórica que constituye un medio para ser funcionalizada –tal como lo ha practicado el neoliberalismo de marca estadounidense – , y no un fin en sí misma para ser transformada en la dirección de una mayor justicia social.
6– La pseudo confrontación y la cooperación estratégica funcionalista en el vértice de la hegemonía del poder mundial, entre el neoliberalismo estadounidense y el ordoliberalismo comunitarista europeo de impronta germana, cierra el acceso a cualquier esquema alternativo para un más pleno ejercicio libertario y democrático; cuestión funcional a la promoción de un esquema de privatización de la gobernanza mundial, según una deriva conservadora, tendencialmente alarmante en períodos de crisis por su distanciamiento de los mecanismos democráticos.
7– Los mecanismos flexibles de gestión de la realidad social, practicados desde el dispositivo del soft law como técnica de deformalización y desnacionalización del Derecho, incorpora nuevos actores no estatales y nuevas economías emergentes, sin que ello implique una deriva democratizadora de la gestión internacional de las relaciones de poder. La salida de la crisis económica mundial de los países de la OCDE establece un mecanismo global de seguridad sistémica de reparto de las pérdidas – socialización de las pérdidas –. Un mecanismo de gestión global similar no se aplicó durante la histórica crisis de la deuda externa de los países de América Latina en la década de los años 80 del pasado siglo; estos países fueron obligados a pagar un elevadísimo costo social a través de fuertes políticas estructurales de ajuste macroeconómico – privatización / desregulación / desnacionalización.
8– Una acumulación crítica de la tensión económica y social a nivel internacional, tendría como hipótesis de superación promovida desde el vértice del sistema, un esquema violento y totalitario a escala global. La necesidad de coordinación de las políticas económicas y fiscales a nivel internacional del sistema capitalista, diventará en un mecanismo político global de facto, estructural y organicista, legitimado por la crisis ambientalista, la seguridad contra la amenaza del terrorismo, la retórica de la protección de los derechos humanos en el Tercer mundo, y el desarrollo económico sostenible. El poder instrumentaliza la crisis, y el Derecho cooperativo global lo legitima. De este modo, la versión 2.0 de la fórmula ordoliberal podría efectivamente promocionarse como ‘economía social y ecológica de mercado’.
9– La solución a la cuestión del progreso social de América Latina requiere de una mejor distribución del ingreso social. La redistribución social es potencialmente más eficaz que el crecimiento económico. Ello requiere de estructuras nacionales sólidas y de plenos ejercicios democráticos de soberanías, que permitan la intervención directa del estado sobre el mercado, como agente directo de la producción y de la redistribución de las rentas. Más que valorizar el Estado de Derecho, se requiere implementar el Estado social de derecho.
10– El fortalecimiento de los mecanismos democráticos de gestión social es la única garantía para consolidar el Estado social y de derecho, y superar los dispositivos autoritarios liberistas de disciplinamiento social. No es cierto que alimentar el conflicto positivo y democrático como método de resolución de las diferencias, signifique elegir un camino de destrucción. Equivale a escoger un camino de emancipación.

horacio_alfredo@yahoo.es

En el fondo, se trata de intentar determinar la distinción teórica que existe entre la forma y el contenido de una institución jurídica históricamente determinada, cuestión sumamente difícil en sede del análisis de la ‘economía social de mercado’ por lo difuso de sus márgenes y su implicación organicista en la gestión de las libertades individuales y la funcionalización de los derechos e intereses económicos.
Básicamente el enunciado ‘silencio ordoliberal’ de sus padres fundadores – como resultado de la no constitucionalización de la fórmula economía social de mercado como Constitución económica al interno de la Ley de Bonn de 1949, y a pesar de las múltiples revisiones realizadas hasta el presente –, puede tener como hipotética respuesta el poder consentir el mutamento del contenido, ma, contemporáneamente la conservación de la propia institución jurídica como un paradigma de todo el ordenamiento jurídico y premisa de interpretación legal. La exposición al cambio de la economía social de mercado, como paradigma metodológico de un modelo político–económico de construcción global del futuro social, es una consecuencia natural y directa de su objeto, fuertemente vinculado a la dinámica económica y a la adopción de estrategias orientadas a controlar y a asimilar el conflicto social. Esta amplia disponibilidad y versatilidad, permite que la misma fórmula sea utilizada en contextos diversos sin que sea transgredido su contenido, por cuanto en rigor, no existe tal contenido, sólo existe la contingencia y la voluntad de preservación del modelo. Es por ello que desde la China hasta el Perú – transitando por la Europa del Este, la Unión Europea, y la República del Ecuador – pueden adoptar, formalmente, la fórmula ordoliberal germana y su contenido será un ‘traje a la medida’ de las necesidades sociopolíticas y económicas históricamente determinadas por el ejercicio del poder. De este modo queda garantizada y facilitada la condición cultural necesaria para efectuar el trasplante jurídico y la más plena recepción de la difusa corriente de pensamiento asociada al ideal de la economía social de mercado, por cuanto la determinación de su contenido contingente será competencia periódica de los fallos y de la interpretación que realicen los Tribunales superiores, del Tribunal constitucional, y por último de la doctrina jurídica como formante y fuente ‘informal’ con capacidad persuasiva y penetrante. Sirva de ejemplo la definición que realizó el Tribunal Constitucional peruano sobre la economía social de mercado, como condición ‘importante’ para la existencia del Estado social y democrático de derecho . Acción jurisprudencial que trasciende y supera a aquella realizada por los propios creadores de la fórmula economía social de mercado.
De modo que, para facilitar globalmente la circulación del modelo ordoliberal, tanto los padres fundadores de la economía social de mercado, como la fecunda actividad intelectual que desarrolla la Konrad Adenauer Stiftung en América Latina y el resto del mundo, prefieren conformar un eficaz concepto abstracto formal que una categoría históricamente condicionada.

Las referencias papales realizadas son suficientes para alcanzar el objetivo trazado, en cuanto a manifestar la evidencia de que el principio de la subsidiariedad es central para materializar la concepción holista cristina del funcionamiento de la sociedad contemporánea. Principio de subsidiariedad que vinculado a otros mecanismos – governance, soft law, propiedad privada, corporaciones sociales, condiciones de existencia mínima – terminan por sofocar – y por privatizar – el principio de la solidaridad social y la propia realización del Estado social.
En un momento histórico fundamental de la República Federal Alemana, la conjunción del principio de la subsidiariedad y la fórmula de la economía social de mercado, se mostraron útiles para superar un pasado imborrable: “Fatte queste necessarie precisazioni, la situazione politica che caratterizzava lo Stato tedesco alla fine della seconda guerra mondiale era la seguente: ogni Lander era dotato di una propria Assemblea, di un proprio Governo ed, in alcuni casi, di una propria Carta Costituzionale. In tale contesto, la sussidiarietà rappresentò la confluenza in un unico principio delle due più forti tradizioni del diritto pubblico tedesco precedenti il Terzo Reich: il federalismo ed il liberalismo .”
El autor de esta tesis concluye este apartado con la siguiente consideración: Si en el año 1891 el llamado cristiano a un ‘Estado subsidiario’ se podía justificar en virtud de la existencia de un ‘estado liberal mínimo y abstencionista’, indiferente a las marcadas desigualdades sociales, no se puede exponer el mismo criterio y justificar un segundo llamado, cien años después, luego de haber conocido las experiencias positivas y de haber experimentado un Estado social constitucional de derecho. En el año 1991, luego de la caída del Muro de Berlín y el paso a la unipolaridad mundial neoliberal, el llamado católico realizado por Juan Pablo II al principio de la subsidiariedad, como principio informador del funcionamiento estatal y de las relaciones humanas, representó un llamado a la privatización del Estado social y una vuelta a la referencia del ‘estado mínimo y abstencionista’ del siglo XIX.
Las reacciones jurídicas a la mutación del contexto social, no se hicieron esperar. Las constituciones germanas y peruanas, respectivamente en los años 1992 y 1993, acogieron pioneramente el principio de la subsidiariedad. Y la Constitución peruana lo hizo prácticamente vetando – en un ejercicio de recepción/canivalización ordoliberal –, la intervención directa del estado en la actividad económica: “Artículo 60–El Estado reconoce el pluralismo económico. La economía nacional se sustenta en la coexistencia de diversas formas de propiedad y de empresa. Sólo autorizado por ley expresa, el Estado puede realizar subsidiariamente actividad empresarial, directa o indirecta, por razón de alto interés público o de manifiesta conveniencia nacional.”

Cien años después, el principio cristiano de la subsidiariedad traicionó a la clase obrera internacional, y se puso al servicio del capital transnacional. Incluso, un orden global regido por el principio de la ‘subsidiariedad vertical’ es funcional a la instrumentalización de las intervenciones de los países ‘ricos’ sobre los países ‘pobres’, y justifican la visión organicista de un ‘capitalismo ordenado’ a nivel global. La aplicación del principio de la ‘subsidiariedad horizontal’ se presenta funcional a un ‘Estado abstencionista’ que deja en las limitadas e insuficientes capacidades del mercado concurrente, gestionar la cuestión de la justicia social y las condiciones de existencia de una vida digna. Misión imposible.


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